Como les prometí, les dejo aquí los comentarios sobre algunas prendas que corresponden a los periodos estudiados. (Bibliografía: Bandrés Oto, Maribel (1998). El vestido y la Moda. Barcelona: Larousse)
Corsé
Prenda interior que comprime y moldea el cuerpo. Aunque se considera eminentemente femenina también los hombres, por imposiciones de la moda, lo ha llevado en algún momento, y también los niños.
La única vez que encontramos en la antigüedad una prenda parecida al corsé, es en unas estatuillas cretenses (1600 a.C.), que representan unas sacerdotisas que llevan corpiños ajustados con varillas metálicas que las mantienen erguidas y les marca una cintura muy fina. Esta especie de corsé, de aspecto incómodo y que aparentemente imposibilitaba cualquier movimiento, debían usarlo seguramenee sólo en actos ceremoniales.
En siglos sucesivos, en que hombres y mujeres usaban prendas sueltas, túnicas y camisas atadas con un simple cordón o cinturón, no tenía necesidad de llevar nada debajo. En el siglo XIV d.C., las túnicas de ambos sexos se ajustaron y se convirtieron en el jubón, la sobreveste o sobrecota, prendas que por sí mismas marcan sin comprimir.
En el siglo XVI estaba de moda ir ajustado; las mujeres se pusieron unas varillas de madera o metal o barba de ballena ( por lo que en adelante se les llamarían ballenas), pasadas por unas jaretas (alforzas) que crecían en el cuerpo del vestido, o bien un armazón hecho de varias telas cosidas entre sí, apuntado el forro que se llamó cuerpo picado, cotillón o corselete (de allí el nombre corse), que pronto se convertiría en una prenda independiente del vestido, es decir, en el verdadero corsé. La obsesión por el talle fino llevó a algunas mujeres a usar corsés metálicos que aunque se acolchaban por dentro, no evitaban que se produjesenheridas. los vestidos y algunos corsés llevaban, además, po delante una ballena ancha que se llamaba busc. Ésta, que generalmente llegaba más abajo de la cintura, era muy incómoda al sentarse por lo que algunas señoras se la quitaban y se laponían delante de todo el mundo e incluso coqueteaban con ella.
En el siglo XVII, el corsé era menos molesto ya que se consiguió mejorar la rigidez colocándole ballenas más cortas y estrechas. Era abierto por detrás y se cerraba con agujetas o cordones, que necesitaban la ayuda de una o dos personas para apretarlo; algunos tenían encajes y bordados por delante que se enseñaban a manera de pechera. A finales de siglo se hizo más pequeño con ballenas curvadas que tomaron la forma del cuerpo.
Las ideas naturalistas de Rousseau quien en "La nouvelle Eloise" (1761) inspira una moda sencilla de tipo campesino incluso para la ciudad, influirán en una momentánea decadencia del corsé. También influyó el modo de vida inglés, ya que las familias aristocráticas que vivían en grandes mansiones del campo habían adoptado una moda más cómoda. Hacia 1790, el cuerpo recuperó su línea natural abandonando por completo la rigidez y pasándose al lado dopuesto con la moda Directorio de talle alto donde para acentuar las forams se llevó el antiguo zona griego como único sostén, unas veces puesto por debajo otras por encima del vestido.
Pero pasada esta moda, todas las mujeres volvieron al corsé ya que sin él se sentían inseguras. Se le llamaba también cotilla. Los corsés no llegaban al pecho y se ponían siempre encima de la camisa y ésta es la que lo sostenía, es decir, qeu hacía de sujetador. Entre 1824 y 1848 se registraron en París 64 patentes de modelos diferentes y en los últimos años del siglo XIX la confección de corsés entró dentro de la llamada lencería, siendo el corsé en esta época una prenda más delicada y más fácil de poner y la mujer sola se bastaba para ello.
El modelo más corriente era el que redondea las caderas, y era curvado por el abdomen. También se llevaron unos de cadera muuy estrecha y otros muy rígidos hechos de una materia dura. Algunos de los que se usaron entre 1880 y 1905 fueron, por su rigidez, los más incómodos de la historia, demasiado largos y duros y con ballenas por todas partes. En 1900, el corsé era largo, recto por delante con una ballena central que aplanaba el vientre pero que forzaba la curva natural de los riñones, era el corsé en "S".
Los médicos aconsejan unos más rectos y prevenían contra los peligros de sus apreturas que según decían provocaban el desplazamiento de órganos internoes e impedían el desarrollo de los músculos. Existían también corsés de baño, en caucho, que se ponían debajo del bañador.
Haci 1910, Paul Poiret aligeró el corsé hasta hacerlo cómodo, sólo aceptó uno suave de goma y seda con ligueros, así hacia 1925 el rígido desapareció por completo. Después de la segunda guerra mundial, éste se divide en dos partes, la faja y el sostén.
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